Árbol familiar – Linajes – Generaciones

Estos encuentros estarán dedicados a sanar, limpiar el árbol familiar y los linajes, trayendo como consecuencia luz y verdad a la historia familiar, liberando las grandes y pesadas mochilas que portamos en nuestra espalda y preservando de esta manera a las generaciones venideras.

¿Secretos familiares? ¿Enfermedades?

Según Kate Morton todas las familias tienen secretos guardados, hasta las más normales, porque todos los seres humanos hacen cosas de las que luego se arrepienten. Las silencian. Cuando alguien me dice “en mi familia no hay ningún secreto” yo pienso: “Lo que pasa es que todavía no lo has descubierto”.
El secreto es como un animalito inmortal que se pretende ocultar en una generación, pero que en las siguientes reaparecerá ingeniosamente disfrazado.
Por vergüenza, por protección a los hijos o por diferentes miedos, hay hechos y circunstancias que las familias pretenden que no salgan a la luz. Estos secretos forman una estructura que se deslizará de diferentes maneras sobre las generaciones siguientes.
Los más comunes se refieren a enfermedades mentales, asesinatos, suicidios, violaciones, homosexualidad, incesto, prostitución, exilios, cárcel. Frecuentemente se manifiestan en los descendientes por medio de accidentes, fobias, repeticiones, psicosis, autismo, enfermedades congénitas que afectan a los órganos de los sentidos, quistes. Por ejemplo, una niña pierde la virginidad por accidente (una escopeta de juguete se le clava en el himen) en la misma fecha que su bisabuela fue violada, hecho que se mantuvo en secreto generación tras generación.
La realización personal de cada miembro del árbol y vivir en la autenticidad, tiene un gran valor profiláctico para la salud de nuevos frutos que estén por nacer.

¿Qué es la familia?                                                                                                                       

La familia es lo permanente, estaba antes de que llegáramos, le pertenecemos mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Es una generación de vivos, que caminan como mínimo con dos generaciones de muertos a la espalda hasta la línea de meta, donde le toca subirse a la espalda de la siguiente generación de vivos.

¿Yo soy mi familia?

Recordemos que desde la perspectiva de la psicogenealogía Jodorowskyana, cada uno de nosotros está habitado por las tres generaciones que lo preceden, lo que hace un mínimo de catorce personas. Desde esta perspectiva, consideramos que los secretos guardados en una generación son un manantial insano de traumas y conflictos para los que lleguen detrás, “es agua sucia” (como diría Marianne Costa).

¿Hay alguna relación entre la enfermedad y los secretos familiares?                     

La relación entre enfermedad y secretos familiares se hace bastante evidente en el estudio de los árboles genealógicos.
La familia es como una olla psicológica llena de secretos, tabúes, silencios, vergüenzas. Hay asesinatos, locura, robos, infidelidades, cárcel, incesto, abusos… Así, la enfermedad no es la solución del problema, sino una invitación a enfrentar un conflicto familiar que se ha mantenido secreto. Como escribió Françoise Dolto: “Lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”.

¿Qué cosas, a nivel psicogenealógico, vamos cargando en el cuerpo?

En el lado derecho está la herencia paterna
En el lado izquierdo está la herencia materna
El vientre está la madre
Problemas de espalda: cargas a los padres
Padres divorciados o separados: puntas de los pies se separan
Miedo a la sexualidad: pelvis movida hacia atrás
No te han amado: pecho endurecido e insensible.

¿Cómo se pueden observar los secretos en el árbol genealógico?

Cuando el árbol quiere desvelarte un secreto, crea una estructura, algo que se repite, con eso pretende llamar tu atención. Por ejemplo una fecha que se repite, un estilo de elección de la pareja, accidentes con ingredientes similares.
Estos secretos se guardan por vergüenza, por pudor, por proteger a los niños o por autoprotegerse ante la sociedad.

¿Dónde se sitúan esos secretos?                                                                                               

Cada secreto que tenemos está en el estrato que le corresponde (los cuatro egos):
Mis ideas locas secretas, podemos identificarlas en el nivel de mis bisabuelos.
Mis emociones secretas, están en mis abuelos.
Mis secretos sexuales-creativos, están en mis padres.
Mis secretos materiales, de territorio, están en mis hermanos.

Cuando el secreto lo porta un miembro de la familia, este lo vive como un cuerpo extraño y molesto.
Su cuerpo lo vive como un tumor o un bolo alimenticio que tiene que salir fuera.


Nunca debemos contar secretos a los niños, es un ABUSO con mayúsculas.
Sabemos además el poder de la comunicación no verbal. Si alguien delante de tí se calla una información importante, se delatará tarde o temprano con algún gesto inconsciente.

En psicogenealogía, se considera que los secretos guardados en una generación son un manantial insano de traumas y conflictos para las sucesivas.


Anne Ancelin Schützenberger lo ha estudiado a fondo: “Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y lealtades familiares invisibles” pasean sobre los hijos y los descendientes. 

Claudine Vegh decía que “…vale más saber una verdad, aún cuando sea difícil, vergonzosa o trágica, que ocultarla, porque aquello que se calla, es subordinado o adivinado por los otros y ese secreto, se convierte en un traumatismo más grave a largo plazo”.
Los secretos hay que airearlos si son del presente, de la manera más adecuada y en el momento más propicio, o sanarlos con la psicomagia si son del pasado. 

Alejandro Jodorowsky: “La enfermedad no es la solución del problema, sino una invitación a enfrentar un conflicto familiar que se ha mantenido secreto”.

Françoise Dolo: “Lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”.

Anne Ancelin Schützenberger: “Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y “lealtades familiares invisibles” pasean sobre los hijos y los descendientes. “Lo que no se expresa por palabras se expresa por dolores”.

Freud: “Aquel cuyos labios callan, conversa con la punta de los dedos. Se traiciona por todos los poros”.

Modalidad de las sesiones:

Grupal a distancia con conexión virtual y sin Conexión virtual
Duración: 1 hora.
Valor de intercambio de la sesión: consultar.

Requisitos: No se requiere haber tomado ningún otro tipo de terapia holística, ni tener conocimiento al respecto.

Modalidad y medios de pago:

A distancia para el interior del país:

Se deberá abonar 72hs. hábiles antes del turno acordado por transferencia o depósito bancario, o a través de los sistema de pago Pago Fácil y Rapipago (consultar), Tarjeta Mastercard Ualá, Mercado Pago, Cuenta DNI

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